Fotografía de Ingrid L. González Díaz
Una vereda buscando
su camino,
unas hojas mirándome
a lo lejos,
una noche hundida
entre mis huesos.
Estoy desnudo,
camino al zumbar el
viento,
toco mis huellas
dejadas sin mis pasos.
Mis párpados se
pierden al ver mi desamparo,
un murmullo envejecido
se cuelga de mis ojos.
Busco lo que nunca
he sido.
Mi alma flota como pluma
sin mi sombra.
Amanezco tirado en lo
amargo del rocío.
La oscura luz del
tiempo me abraza y me deshace.
Del libro:
Al caer el tiempo de Genaro
González Licea
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