La soberbia del señalamiento. El dedo índice de Dios y el Diablo señalando el deber ser, siempre el deber ser.
¿Quién puede decir que un hombre es normal y otro no? ¿El que se ajuste a las reglas sociales? ¿Cuál es ese mundo, esa ciudad, donde todo mundo es cuerdo o intenta serlo?
Todos estamos locos, diría Onofre Gil, sólo que los que nos autodenominamos normales lo sabemos y los locos lo ignoran. Para este autor “un loco ríe en la muerte de su madre si le viene en gana y llora porque le apetece si aquella recupera la salud o da sospechosas muestras de hacerlo. Lo que no hace el loco, lo que parece haber olvidado el loco es llorar sin apetito y reír sin que le venga en ganas”.
*González Licea, Genaro, Aforismos, Apropósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.
¿Quién puede decir que un hombre es normal y otro no? ¿El que se ajuste a las reglas sociales? ¿Cuál es ese mundo, esa ciudad, donde todo mundo es cuerdo o intenta serlo?
Todos estamos locos, diría Onofre Gil, sólo que los que nos autodenominamos normales lo sabemos y los locos lo ignoran. Para este autor “un loco ríe en la muerte de su madre si le viene en gana y llora porque le apetece si aquella recupera la salud o da sospechosas muestras de hacerlo. Lo que no hace el loco, lo que parece haber olvidado el loco es llorar sin apetito y reír sin que le venga en ganas”.
*González Licea, Genaro, Aforismos, Apropósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.