Al
caer el tiempo es un poemario que trata sobre la decadencia
humana y, al mismo tiempo, sobre el florecimiento de la vida. La vejez, la vida
y la muerte están presentes en él, martillean verso a verso hasta rozar el eco
del olvido.
Al
caer el tiempo es un poemario dedicado al poeta y amigo Hans Giébe, y tiene un epígrafe de don Carlos Castilla del Pino, mi maestro de toda la vida,
que refiere: “el tiempo pasa para todos. Pero mi futuro se adelgaza y es ya,
aunque se prolongue tanto como yo deseo, incomparablemente más breve que mi
pasado”.
Al interior del texto se pueden localizar tres epígrafes más, el de, mi maestro también, don Eduardo Nicol que expresa: “para ser lo que es, el hombre necesita hacerse un hombre nuevo: ser distinto para ser sí mismo”, así como el que menciona: “la nada, como no es, no puede ser límite de nada”, de Enrique González Rojo Arthur, persona generosa, fraterna y extremadamente humana, que me tendió la mano y me permitió dialogar con él por siempre.
Finalmente, el epígrafe de Pedro Garfias Zurita que dice: “ahora voy a llorar
por los que han muerto sin saber por qué”. Estas líneas encabezan el tercer
apartado del poemario al caer el tiempo, y en él intenté, solo intenté, dar voz
a tantos y tantos muertos en mi país, pero tantos y tantos.
Genaro González Licea
Caloclica, CDMX, septiembre de 2022.
No hay comentarios:
Publicar un comentario