miércoles, 29 de diciembre de 2010

La hipersensibilidad de Van Gogh


Efectivamente, a Van Gogh su hipersensibilidad lo llevó a sus crisis de locura, a su arte inconfundible, a su suicidio. Fue enterrado en medio de los campos de trigo, al pie de los girasoles. Ahora, cada que veo la pintura de Van Gogh, que no es otra cosa que Van Gogh mismo, hago mías las palabras dichas por Shopenhauer al oír música: “mi imaginación juega a menudo con la idea de que la vida de todos los hombres, y la mía propia, no son más que sueños de un espíritu eterno, buenos o malos sueños, de que cada muerte es un despertar”.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

Para Van Gogh pintar es alivio, necesidad de vivir y sobrevivir, una lucha interior, una forma de evadir su realidad



Vagabundo y solo, siempre solo, no resiste la soledad, regresa a casa de los padres. Sin embargo, sea cual fuere su estado de ánimo y circunstancias, Van Gogh pintaba de día y de noche, días y noches completos; su peculiaridad: los colores lóbregos, o la combinación de esos colores; trazos fuertes, nervios dejados en sus pinturas. Se diría que para Van Gogh pintar era un alivio, una necesidad de vivir y sobrevivir, una forma de enfrentar su turbulencia interior, su yo interno, una forma de evadir su realidad y, al mismo tiempo, dejar huella de su paso en la vida.

Dicho en propias palabras de Van Gogh: “estoy seguro de que el anhelo de trabajar me devorará y me dejará insensible a todo lo demás y de buen humor”; “la vida pasa así, el tiempo no vuelve, pero yo encarnizo en mi trabajo, a causa justamente de saber que las ocasiones de trabajar no se repiten”. En otro momento, comentó también: “Felizmente Gauguin, yo y otros pintores, no andamos armados todavía de ametralladoras y otras nocivas máquinas de guerra. Yo por mi parte, estoy muy decidido a no tener más armas que mi pincel y mi pluma”.

Sin embargo, Anna Freud, en el prefacio a “Vicent van Gogh. Un estudio psicológico”, de Humberto Nágera, nos dice que “incluso el talento creador, un don tan estimado y deseado por todos, puede no ser suficiente para dar salida o soluciones aceptables a los intolerables conflictos internos y a las poderosas fuerzas destructivas que huyen en una personalidad y que pueden abocar a desenlaces trágicos”. Es el caso de Van Gogh, como el de tantos y tantos pintores. Van Gogh sucumbió ante su propia sensibilidad, y también, por que no decirlo, a otros móviles no menos importantes como son los relacionados con su miedo al fracaso, a la cúspide y a la vida misma. “Sé de antemano que habré de hacer algo en el momento en que tenga más lienzos. Por ahora, mi única preocupación es hacerlos”. Para Vicent, la pintura, coincido con Humberto Nágera, es la única droga que lo mantiene vivo.

Irving Stone, Anhelo de vivir. La vida de Vicent Van Gogh, respalda lo anterior al mencionar que “los hombres normales no crean obras de arte. Comen, duermen, trabajan en forma rutinaria y mueren. Ustedes, los pintores, son hipersensitivos a la vida y a la naturaleza, es por eso que son capaces de interpretar lo que nosotros no podemos. Pero si no tienen cuidado esa hipersensibilidad los llevará a la destrucción”.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

Van Gogh es una pintura de impresionante intensidad: depresión, dolor, desamparo, desgracia, perfil de vida y muerte



Van Gogh es todo un cuadro, una pintura de enorme e impresionante intensidad; es depresión, dolor, desamparo, desgracia, perfil de vida y muerte. Van Gogh, el pintor de los trazos vigorosos, fuertes, el que pone pedazos de nervio en sus pinceles, el hombre turbulento cuya sombra siempre fue su hermano Theo; Van Gogh, el hombre que vivió entre los obreros, campesinos, carboneros; vivió en la miseria y murió igual. Su obra esta unida a su intimidad, es su intimidad; su obra esta unida a sus circunstancias, a su realidad, a su impotencia, condición propia de un hombre acostumbrado a trabajar para comer.

Prisionero de sí mismo, con un estado emocional depresivo, la vida y sus circunstancias eran una cárcel, soñaba ser libre, “ser un pájaro”. Fue un hombre desdichado en amores, un corazón de niño que nadie se acerco a él; fue una prostituta quien aceptó vivir con él, tenía su cara marcada por la viruela, era alcohólica y esperaba un hijo. Van Gogh realmente le quiso.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

Van Gogh nació en una tierra triste y melancólica, como una persona de millones en el mundo

Deseo recordar aquí a Vicent Van Gogh, pintor que nació en Groot Zundert, Holanda, lugar que Juan de la Encina, Van Gogh (historia de un alma en pena...), describe como “tierra triste y melancólica, húmeda y nublosa, carente de amenidad. Una llanada ondulante a perder de vista, cubierta de matorrales, bosquecillos de sauces, abedules y pinos; canales y estanques, en los que se espejeaba al cielo, casi siempre tristón; praderas verdes y ganado vacuno pastando en ellas; primaveras cortas, veranos y otoñadas apacibles; inviernos duros”.

Van Gogh, el pintor que no pinta sus cuadros porque él mismo es cada uno de sus cuadros, no dibuja sus retratos él es el retrato, el sentimiento, el mundo y sus circunstancias, la turbulencia de ideas encontradas, la tristeza, la muerte, la vida, el desamor, la desesperanza y la esperanza. El es la Joven campesina, Los bebedores, Ventana del estudio de Van Gogh en el asilo de Saint-Paul, La habitación de Van Gogh, Los comedores de patatas, El sembrador, Florero con catorce girasoles, Carretera con ciprés. Saint-Rémy, Campesina barriendo, Joven capesina con una hoz, Espigador, Mujer en duelo, La muerta, Las espigadoras, Hombre sentado, Sorrow y el Anciano aflijido.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Un siglo de recortar y pegar

El siglo XXI será marcado por la indiferencia de la gente. Las preguntas se verán sin rostro y sin respuesta, serán un reflejo en el espejo de todos y ninguno. Este siglo no tendrá voz ni será pensante; será un siglo de recortar y pegar, de repetir palabras, repetir y repetir. En este siglo abundarán las larvas literarias, la rutina.

*González Licea, Genaro. Introducción de Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

Un día ya no vivirás

Un día ya no vivirás, por lo mismo, ahora llora, espera, sé libre, entusiásmate, ama, sueña, mantén ilusiones, da, aprende, ama a los viejos, contempla, sé fuerte, ama al dolor, ve despacio, ten amigos, sé valeroso. Antes de que llegue tu día: vive.

*González Licea, Genaro. Introducción de Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Muerte y desdicha humana*

El dolor ajeno lo traigo como si fuera parte de mi piel, es un dolor que me provoca un insoportable vacío, una gran tristeza, una melancolía. Mi estado de ánimo sólo se reconforta si pienso en la muerte y en la desdicha humana; solamente así puedo salir como de un túnel; éstos dos temas constituyen para mí algo similar a la luz de Diógenes que guía al conocimiento de la verdad, la diferencia es que esa luz no es propia, en tanto que la luz que me da el pensar en la muerte y en la desdicha humana nace de una parte de mí que aún no ubico, pero es propia porque tal vez yo mismo soy un signo de muerte y desdicha humana.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

La circunstancia...*

“Si no quieres desilusionarte, no te ilusiones”, dice un viejo refrán; sin embargo, si te ilusionas que sea mientras actúas. Es mejor, sin detener nuestro trabajo, esperar pacientemente a que surja el azar, la circunstancia. Sólo así la paciencia encuentra, transforma, no desilusiona.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Vivir la vida con la abstinencia propia de la vejez*

Abstenerse de correr y caminar sin prisa, de pensar las cosas que se harán durante el día, una tras otra, sin descanso, es una virtud propia de la vejez. ¿Por qué no dejarse llevar por el azar y ser el azar mismo? Detenerse de pronto a contemplar un niño jugando con otro; ver un pedazo de piedra que tal vez jamás se volverá a ver. Recuerdo aquí unas líneas de Platero y Yo de Juan Ramón Jiménez: “yo dejo ir a su antojo y él (se refiere a Platero), me lleva siempre a donde quiero”, pero, llegado el momento y la circunstancia, nos dice: “dejo a Platero en el prado alto, y yo me echo, bajo un pino, lleno de pájaros que no se van, a leer, Omar Kayam.” ¡Qué hermoso vivir los instantes que ya nunca volverán! Vivir la vida con la abstinencia propia de la vejez: “sin apetitos, sin deseos, sin dudas, sin esperanzas, sin amor y sin odio, tirado a un lado del camino, mirar pasar, eternamente, las horas vacías”, diría Carlos Díaz Dufoo Jr.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.