Fotografía de Ingrid L. González Díaz
Mi cansancio es un dolor desnudo de esperanza,
una hoja fatigada flotando sin sentido,
una ausencia dormida y desahuciada,
agonía de huesos mordiendo en mis entrañas
su dolor,
su voz y su ternura,
su alegría de vivir paso a paso con mi
muerte.
No, no esperes a que acabe este quejido,
nada es digno ya,
la vida es una piedra abrazada con la muerte,
luz oscura que abriga ya mi alma.
Del libro
La sequedad del estanque de Genaro González Licea
No hay comentarios:
Publicar un comentario