Fotografía de Ingrid L. González Díaz
Los girasoles siguen también la sombra de
la luna,
la voz amarga del verano,
el llanto de los muertos perdidos en un
mar sin sepultura,
el murmullo de las hojas envueltas
en lo oscuro de mis pasos,
la eterna eternidad del agua abrazada
con la noche y su espesura.
Del libro
La sequedad del estanque de Genaro González Licea
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