Fotografía de Ingrid L. González Díaz
La luna duerme sin saber que existo,
su reflejo se tiende en mi abandono,
un suspiro se esconde entre mis manos,
llora mi partida como luz desencajada,
como pasos tristes perdidos en mis pasos.
Del libro
La sequedad del estanque de Genaro González Licea
No hay comentarios:
Publicar un comentario