jueves, 6 de enero de 2011

Hombre desolado*

Soy un hombre desolado, la angustia y la pasión me abruma. Después de una risa una tristeza. No soy dócil ni me humillo para tocar el cielo. Soy lo que pienso, y lo que pienso no es del otro mundo, es tan común y cotidiano como amasar la tierra y hacer adobes. Amo a poetas como Rilke, Otto Rene Castillo y Jaime Sabines, por ejemplo; sin embargo, el desapego a dioses y poetas es mi constante.

*González Licea, Genaro, Aforismos, Apropósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

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