sábado, 23 de junio de 2018

poema de GENARO GONZÁLEZ LICEA






EL SILENCIO INDIGENTE
ASOMA SU DOLOR EN LA MISERIA



El silencio indigente asoma su dolor en la miseria.
Mis pensamientos se van entre las hojas.
Camino sin sentido llevado por el viento.


El calor de mi sombra cubre lo frío de mi piel vacía.
Un recuerdo hecho pedazos reclama lo que nunca he sido.


Soy un indigente que duerme en el dolor de su presagio,
en un tiempo que engendra el cadáver donde vivo,
la miseria de un hombre sin entrañas,
la sombra de una rama que me mira.


He dejado de ser yo de la punta de la lengua al sueño de mis pies dormidos.
Descanso a cielo abierto en un rostro que no es mío,
o es tan mío que ya no sé si es aquel que un día me enterró entre el maíz y el barro,
o es este que muerde sin mí el amanecer dolido.


Un muerto se levanta rezándome al oído.
Estoy más allá del vacío, más allá del fondo de la nada.
Estoy donde el silencio se queda sepultado,
donde uno come brasas y masca su desdicha en el musgo del cascajo.


La indigencia es una herida interna que lleva a la desnudez de la miseria.



Genaro González Licea
del libro: El silencio y la sombra
Apartado: La indigencia en las entrañas

© Genaro González Licea. Todos los derechos reservados.


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