Recuerdas
que juntos vimos caer la tarde.
Hoy vuelve a caer ...
Y siguen las piedras.
v
Tu rostro
es la desnuda sencillez del día más triste.
Cúbrete en mis ojos
y dame la mirada que no tengo.
v
De
mis adentros nace el vacío de mi camino,
Me
hundo en lo más profundo de mí,
me
desgarro y muerdo a solas mis entrañas.
Amaso
con mis dedos la existencia,
recobro
mi nombre y camino con la dignidad a rastras,
sin
culpas, sin penas,
sin
el dolor amargo de mirar el tiempo.
v
Un
día me perderé,
sin
rostro ni brillo ni oscuridad.
Recuerdo
desenterrado, sonámbulo, solo.
Íntimamente
solo.
v
Mi
cuerpo no alimentará a los gusanos
ni
mis huesos a las flores.
Sólo
rozaré tu piel.
Genaro González Licea
del libro: El
desahuciado, el gato
©
Genaro González Licea. Todos
los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario