LA VIDA SE FUE SIN MÍ…
¿Adónde estará segura
mi vida por donde voy
si cada paso que doy
es sobre mi sepultura?
Calderón de la Barca
La
vida se fue sin mí, tal vez, por el miedo que tuve de encontrarme,
no
supe quererme o acaso me quise demasiado.
Fui
una piedra empedernida, sueño cansado de soñar y de soñarte,
misterio
roído más allá del tiempo,
aliento
en ceniza, fantasma de un ahorcado en su locura.
Caminé
sin sentido por caminos que no existen,
por lugares
donde el polvo deshace lo amargo de la luz con que te miro.
Vagué,
vagué desnudo comiendo sombras y pisando espinas,
mi
tristeza fue mi música y mi harapo,
mis
lágrimas brotaron por las uñas,
mis
culpas mordieron mis huesos y mi lengua.
Nadie
frente a mí, solo mi sombra y la oscura oscuridad de una sombra en mis
entrañas.
Caminé
como loco en el desierto de mí mismo,
me
perdí en mi libertad o quizá en ella me encontré sin conocerme.
Rompí
la paz de vivir en madriguera.
Enfrenté
el miedo de verme sin rostro sepultado,
sin
voz que acompañara mi voz entre la nada.
Y ya cansado
de dormir despierto me escondí debajo del silencio de mi sombra.
Vivir
no es cosa fácil.
Vivir
duele,
supura
el alma sepultada.
Genaro
González Licea
del
libro: El silencio y la sombra
Apartado: La soledad del indigente
©
Genaro González Licea. Todos
los derechos reservados.
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