domingo, 24 de junio de 2018

MI PADRE FUE UN ÁRBOL ARRUGADO POR LOS AÑOS, poema de Genaro González Licea






Fotografía de Ingrid L. González Díaz





MI PADRE FUE UN ÁRBOL ARRUGADO POR LOS AÑOS



Mi padre fue un árbol arrugado por los años,
su indigencia está pegada con la mía.
Juntos bebimos un vino de luz hecho de tuna.
Juntos comimos el pan arrodillados.


Él me quiso demasiado, recuerdo su sombra de cobija,
su respiro tirado entre las ramas.
Morirás un día, me dijo con sus manos, al ver mi sueño tendido entre la hierba.


Hoy, al ver la azulosa neblina de cada amanecer, le recuerdo con su suave voz de señas pintadas en el viento.
Hago un rezo muy mío, muy desde lo más amado, sabiendo que un día he de morir.


Mi padre fue un árbol solitario que sembró en mí la conciencia de la muerte.
Dormiré en su raíz, seré polvo y rocío en la oscura soledad del tiempo.



Genaro González Licea
del libro: El silencio y la sombra
Apartado: Neblina de fantasmas

 © Genaro González Licea. Todos los derechos reservados.

No hay comentarios: