Fotografía:
Ingrid L. González Díaz
Nada es pasado en mí,
todo es tierra de noche y día,
una cultura de obsidiana que arde sobre el río,
un rezo de dioses llorando su destierro,
un cadáver olvidado junto al mío.
Unas ámpulas comiéndose mi herida,
lamiendo el olor de mi pasado,
la pus de mis culpas sentenciadas,
mi carne que escurre callada mirando
hacia el océano.
Del
libro
Tumbas en el olvido de Genaro González Licea
No hay comentarios:
Publicar un comentario