Fotografía: Ingrid L. González Díaz
Yo estaba ahí frente a mis culpas
estancadas.
Solo yo y mis nostalgias desatadas.
Mi pasado era un abismo de rostro
deformado,
una voz suave
como el oleaje del mar
cerrando sus párpados sin agua,
un llanto colgado en la celda de un
exilio avergonzado.
Del
libro
Tumbas en el olvido de Genaro González Licea
No hay comentarios:
Publicar un comentario