domingo, 25 de diciembre de 2011

Gauguin, el pintor que robo el espíritu a Tahití*

¿Y qué podemos decir de Gauguin? Yo creo que Gauguin por su incuestionable sensibilidad pudo robar a Tahití su espíritu y cultura para proporcionársela al mundo. ¿Qué otra cosa se puede decir al ver cuadros de paisajes y mujeres tahitianas? Es un pintor que se rebela al sistema social establecido, es en gran parte anárquico, lucha contra todo lo preconcebido, lo establecido. Vicen Van Gogh le respetaba y estimaba mucho, y eso es decir bastante, dos personalidades fuertes, en ninguno de los dos hay lloriqueos, solo intensidades, desgarramientos internos. Dos personas de carácter que, por lo mismo, no podían estar juntas demasiado tiempo. Anna María Damigella nos dice que Gauguin en sus últimos años que pasó en la isla de Hiva-Oa, archipiélago de las Marquesas, aunque cautivado por las creencias locales, “se siente alejado de artistas y escritores simbolistas; pide tan sólo que se le reconozca el mérito de haber luchado por la libertad en el arte; a la nueva generación le aconseja que se “aferre a las abstracciones más rotundas, que supere toda timidez.””

*González Licea, Genaro, Aforismos, Apropósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

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