martes, 19 de abril de 2011

Mi padre fumando su cigarro de hoja*

A mi padre lo recuerdo con sus gestos y ademanes, con su mano tocando mi cabeza y después mi hombro; con su cigarro de hoja fumando y contemplando el tiempo. Lo recuerdo con sus ojos pequeños, vivaces. Como un hombre viejo, extremadamente tranquilo, mirando el tiempo, recobrando “la dicha: de ya no escuchar el tiempo”. Debo decir que mi padre fue una persona que toda su vida recibió órdenes y, sin embargo, en su interior siempre mantuvo su autonomía y dignidad. Fue un hombre libre. Mi mejor ejemplo y herencia.

*González Licea, Genaro. Aforismos, A propósito de la vida y la muerte, la desesperanza y el desencanto humano, Amarillo editores, Derechos reservados, México, 2000.

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